Las cerraduras son el elemento de seguridad más importante con el que cuenta un inmueble. Para su buen funcionamiento resulta imprescindible mantenerlas en perfecto estado, realizando los mantenimientos preventivos oportunos.
No obstante, ningún producto es eterno, y aunque hay algunos que presentan más resistencia que otros frente a su uso prolongando, todos terminan deteriorándose con el paso del tiempo. En muchos casos esto provoca que se atasquen, algo bastante común con las cerraduras viejas.
El atascamiento en cerraduras es uno de los problemas más frecuentes que se encuentran los cerrajeros. Como propietario resulta necesario que conozcas algunos aspectos referentes a este tema, para que sepas como evitar estos molestos inconvenientes.
Para lograr prevenir que sucedan atascamientos, debes conocer las causas más comunes que provocan estos problemas. Con la información apropiada, te será mucho más sencillo tomar medidas para evitar que se atasquen las cerraduras.
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ToggleCausas de los atascamientos en cerraduras
Las cerraduras son de los dispositivos más abusados de un hogar. Constantemente las usamos, entrando y saliendo todo el día, girando la llave, la manija o el pomo cada vez. Si somos varios en casa, esta acción se multiplica.
De esta forma, con el tiempo y el uso constante, la cerradura nos termina pasando factura de su uso. Si no estamos acostumbrado a darle mantenimiento preventivo, la falla ocurrirá exactamente cuando menos te lo esperes, y justo cuando cause más inconvenientes.
Un día de estos, precisamente cuando quieras salir rápidamente o tengas urgencias de entrar, la cerradura se atascará.
Por ello resulta imprescindible intentar evitar esto de antemano, y una de las formas de hacerlo es fijándonos en el comportamiento de la cerradura. Antes que se atasque la cerradura casi siempre dará señales de advertencia, como por ejemplo un endurecimiento del giro.
Lo que sucede con esto es que no le prestamos la suficiente atención, y nos descuidamos hasta que la misma se termina atascado. Cuando esto ocurre es posible llegar incluso a romper la llave al intentar accionar con fuerza para desatascarla.
Por esto es necesario que, cuando sientas el endurecimiento de la cerradura, no sigas operándola como si nada pasara. Emplear más fuerza para que gire solo empeorará las cosas. En lugar de solo tener una cerradura atascada, también tendrás una llave rota.
Una emergencia de este tipo requerirá una llamada de urgencia a un cerrajero, quien con suerte podrá extraer la llave y restaurar el funcionamiento del bombín y la cerradura. Esto puede evitarse si se comprende por qué ocurre el atascamiento y qué hacer para evitarlo.
¿Cómo se produce el endurecimiento en cerraduras?
Tal y como dijimos anteriormente, para evitar el endurecimiento de cerraduras es imprescindible conocer de antemano como se produce. Es posible resumir las causas en dos principales.
En primer lugar, tenemos la introducción en el dispositivo de polvo, arena y otros materiales abrasivos que entorpecen el normal funcionamiento de la cerradura.
Por otra parte, la otra causa de atascamiento en cerraduras es la falta de lubricación. Muchos especialistas recomiendan para esto la utilización de productos especializados que ayuden a que las partes internas de las cerraduras puedan moverse con facilidad y en forma correcta.
Cuando se produce la erosión en los mecanismos internos de la cerradura, dichos mecanismos se desgastan y se traban, dificultándose el movimiento de la llave e incluso su propia introducción en la bocallave.
¿Cómo se pueden evitar los atascos en las cerraduras?
Las cerraduras están diseñadas para operar continuamente durante grandes periodos de tiempo, casi sin mantenimiento. Pero si hay algo que precisamente puede trabarla es dejar de usarlas por largas temporadas.
Por esta razón las cerraduras de una casa vacacional tienen más probabilidad de atascarse que las cerraduras de una casa familiar constantemente habitada.
Pero el uso continuo de la cerradura también produce otros tipos de problemas, como el desgaste de los componentes internos. En estos casos las cerraduras deben sustituirse antes de que aumente su probabilidad de trabarse o atascarse.
Hay algunas cosas que puedes hacer para evitar tener que reemplazar una costosa cerradura. A continuación, encontrarás algunos consejos para evitar que se atasquen las cerraduras.
Lubricar las cerraduras apropiadamente
Tal como se expresaba previamente unas de las formas más comunes de evitar estos atascos en las cerraduras es lubricar sus componentes.
Es importante utilizar productos especializados, pues muchos lubricantes líquidos pueden mover la suciedad hacia lugares donde pueden provocar un atasco, en lugar de evitarlo.
Si llegas a percibir que la cerradura de tu puerta no está funcionando correctamente, puedes investigar cuál es el lubricante que recomienda el fabricante. Una vez lo tengas a mano sigue las instrucciones para lubricar correctamente tu cerradura.
Usar parafina
Este es un truco que puede funcionar en caso de una emergencia, si observas que una cerradura está a punto de atascarse completamente. Básicamente consiste en utilizar agua caliente para fundir parafina, y luego sumergir en ella, para que quede recubierta con una fina capa.
Posteriormente introduce la llave en la cerradura y dejas que la parafina actúe. Esta tiene cierta capacidad de lubricación, lo que hará que el dispositivo funcione correctamente evitando así los atascamientos.
Usar minas de lápiz
El grafito de los lápices puede utilizarse como un lubricante sólido. Hay que mencionar que este método solo funciona cuando los atascos con leves. Básicamente consiste en tomar una mina de lápiz y rayar los bordes de la llave, para posteriormente introducir ésta en la cerradura.
Ya existen en el mercado productos lubricantes en base grafito, así que este método solo debería intentarse en caso de emergencia.
Realizar un mantenimiento preventivo completo
Si quieres evitar que en el futuro próxima tu cerradura se atasque, lo mejor que puedes hacer es llamar a un cerrajero especializado. Este evaluará el funcionamiento de la cerradura, desmontando algunas de sus partes, y realizando el mantenimiento necesario.
Muchas veces preferimos no recurrir a cerrajeros porque nos puede salir costoso, pero es mucho peor tener que llamar a un cerrajero de urgencia porque hemos dañado la cerradura. El dinero que gastemos para evitar este tipo de imprevistos vale cada céntimo invertido.